España es un país emergente en comercio electrónico. Analizando las estadísticas publicadas por la Unión Europea, la media en los países europeos un 60% realiza compras online mientras que en España solo lo hace un 43%. Todavía nos espera crecimiento de varios años. No lanzarse podría ser un gran error difícil de recuperar.
Hoy en día existen herramientas de fácil acceso para dar el paso para poner en marcha tu comercio electrónico. Pero no olvides que como cualquier comercio tradicional, un comercio electrónico debe de ser atendido de forma profesional. No te hará falta un escaparatista o un decorador, pero en su defecto un diseñador gráfico será muy útil. No hace falta una dependiente, pero tendrás que ofrecer accesibilidad en la navegación y un servicio de atención al cliente, diferentes modos de pago y por supuesto en algún que otro idioma aparte del castellano.
Lo mismo que haces algo de publicidad para un punto de venta tendrás que invertir en ser encontrado en internet y quizá anunciarte. Un comercio electrónico requiere de una serie de trabajos en continuo desarrollo imprescindibles, no es suficiente con ponerlo en marcha e ir a jugar al golf esperando tus pedidos con tu Smartphone.
Y no olvides las normativas, restricciones y las novedades para mantenerte actualizado.