El pasado día 14 de noviembre asistimos a la magnífica cata ofrecida por Carlos Fernández de sus vinos en el Hotel Viura de Villabuena.

Bodegas Tierra de Agrícola Labastida despierta admiración en la zona debido en gran medida a la personalidad de sus vinos y el carisma de los hermanos; Carlos en compañía de Rodrigo y Fidel.

El nombre de la Bodega y marca comercial no está elegido al azar, ya que la importancia que Carlos da a la calidad de la Tierra y sus componentes, las microzonas, microclimas, orientaciones e inclinación de las parcelas incide en la personalidad de cada vino. El nombre por tanto, representa fielmente la forma de pensar de sus propietarios y nos hace debatir en si la Denominación de Origen Calificada Rioja hace bien en crecer sin parar o debería diferenciar no solo subzonas, sino parcelas, tomando como ejemplo a los maestros franceses, que de esto saben un rato.

Desde nuestro punto de vista diferenciar las 3 subzonas de la Denominación de Origen Calificada Rioja es el mínimo paso que marcaría la diferente identidad de cada una de ellas. Pero eso es tema aparte y será debidamente tratado.

Nos presentamos en la entrada del Hotel, buscamos la mirada cómplice de Xabier Vadillo, unos de nuestros #VinoAmigo y artífice del éxito de las catas en el Hotel Viura y tras unos minutos empieza la cata. Carlos comienza su presentación breve y rápidamente nos pone los pies en la Tierra, nunca mejor dicho. En un mapa nos muestra las parcelas donde se sitúan sus viñedos y nos habla de las características de cada uno de ellos y los motivos de ser elegidos para la elaboración de uno u otro de sus vinos por sus características.

Comenzamos con El Primavera 2012. No hemos conocido ninguna otra Bodega que haya conseguido sacar tanto partido a un vino de estas características. Podemos llamarle joven con Barrica, Roble o media crianza, por que este despalillado 90% Tempranillo y 10% Viura nos ofrece ante todo juventud y frescura con matices florales y de frutas frescas. Apenas se nota la madera, pero consigue una elegancia impropia de este tipo de vinos.

Continua la cata con Tierra Crianza 2010, el mas reconocido de sus vinos. Nos gusta diferenciar entre los crianzas y los crianzas premium debido a la selección de uva y metodos de elaboración. Es un vino con aroma a frutas rojas y negras maduras con buen cuerpo, buen retrogusto y equilibrada acidez. Potente y elegante.

A continuación llega El Belisario 2008, el buque insignia de la Bodega. Podríamos decir que ya es uno de los grandes. Es uno de esos vinos elegido para presumir y sorprender a los más expertos. Potencia controlada, lleno de explosiva frutosidad en el punto óptimo de madurez. Un vino muy elegante y estructurado, perfecta acidez y muy largo en boca. Disfrútalo en trago corto como todas las grandes joyas. También presenta un abanico de especias y ricos minerales con la madera en un segundo plano, para hacer el trabajo de recolocar la fiesta de matices en la copa.

Para terminar la cata llega Tierra Fidel Blanco, con una mezcla de variedades que ofrecen una variedad de recuerdos a hierbas, frutas tropicales y hierbas aromáticas. El vino se presenta con un buen nivel de acidez, notas de lácteos y un toque meloso. Este blanco es de los que hacen afición y acompañan el día, la noche, entre horas o en la mesa siempre en buena compañía.

Finaliza la primera parte de la presentación y nos reunimos en la Vinoteca Viura para intercambiar impresiones antes de pasar al comedor. En el restaurante nos reciben con una gran sonrisa y para completar la gama inicial pasamos a catar Tierra Fidel Tinto, el vino mas interesante de catar por la particularidad de su composición de 50% Garnacha y 50% Graciano aproximadamente. Este vino da mucho juego y siempre que lo catamos nos hace debatir y comentar. Particularmente tuvimos que sentarnos con Rodrigo 10 minutos para intercambiar impresiones.

Aromas a hierbas «de palo», hierbas aromáticas, monte bajo, tierra húmeda, suave presencia de especias, leve presencia de tostados, café, moka. El caso es que en boca se siente muy complejo, pero bien ensamblado, hace pensar…

No hay por que ocultarlo los vinos de Carlos nos entusiasman y la noche ha sido maravillosa. Gracias por hacernos gozar.