Históricamente en España se ha podido adquirir vinos en origen a un precio muy económico con una calidad aceptable. Por otro lado, en los últimos lustros, ha existido una transformación del mercado en busca de la excelencia y la diferenciación que ha motivado el reconocimiento internacional de nuestros vinos. Esta evolución, ha sido más rápida que la capacidad del consumidor en asumirla, por lo que las decisión de compra de los vinos, sigue en muchos casos, condicionada al precio, ya que esa etapa anterior acostumbrada a los precios tan económicos es relativamente reciente.

Ese podría ser uno de los motivos por los cuales ha habido una caída tan pronunciada del consumo de vino en España.El comprador que históricamente ha comprado calidad a buen precio, ahora quiere seguir comprando a precios económicos, pero ya no disfruta con la calidad de los vinos de bajo precio.

No nos olvidamos de ese grupo de compradores selectivos que siempre ha existido y que se ha guiado por marcas históricas que les garantizaba una calidad de vino alta.

Poco a poco y gracias a la labor educativa que se ha ido ejerciendo en términos de cultura de vino, existe una masa creciente de otros tipos de consumidor:

El comprador experto, que sí conoce y diferencia, y por supuesto elige bien un vino, asumiendo que no hay vinos maravillosos por 3€. Este tipo de comprador, se parece más a los compradores extranjeros que demandan nuestros vinos. Se guían por el prestigio  reciente de la marca y no por su nombre histórico.

El grupo de consumidores que les gusta el vino de gran calidad y que está dispuesto a pagarlo, pero sin ser expertos o simplemente que no desean investigar por sí mismos y se dejan recomendar. Este tipo de consumidor es muy habitual en Norteamérica y en países del norte de Europa. Se apoyan en críticos, listados de puntuaciones y en los propios establecimientos especializados.

¿Qué opináis vosotros? ¿Pensáis que el precio es un factor relevante a la hora de comprar un vino?