Hacía ya unas semanas que el bueno de Ruben nos ofreció un encuentro privado. Buscamos un día y vaciamos la agenda para no tener que mirar el reloj. Por fin llegó, uno de esos encuentros en versión tranquila en los que uno se siente totalmente realizado.
Llevé algo para el almuerzo, unas antxoillas de Santoña, ensaladilla, unos rebozados del Benigno de Haro y un trozo de tarta de queso de mi amada madre. También invité a Jenny Siddall, experta en vinos y prescriptora para el mercado anglosajón para que pudiera conocer la esencia Tobelos.
Comenzamos en la sala de Barricas, Ruben nos sorprendió catando los próximos Tobelos 2011 y 2012 desde la Barrica. Cada vez que un enólogo nos invita a catar en privado de la Barrica lo comparo a ofrecer a un amigo uno de los platos fantásticos de tu madre, la tarta queso había sido merecida.